Miniatura de metal

La figura, de un tamaño de 54 mm sin contar el escenario, representa al veterano soldado de los Tercios de Flandes, Diego Alatriste y Tenorio, en una calle del viejo Madrid hacia 1625. Se compone de siete piezas de metal que encajan entre sí, más las que forman el escenario, dos de metal, pared y suelo, y una de resina, el farol, que se hizo con este material para evitar un peso excesivo en una pieza sujeta por dos únicos puntos de apoyo.

En su modelado, el equipo de miniaturas Andrea tuvo en cuenta la descripción que Arturo Pérez-Reverte hace del capitán en uno de sus libros, y se tomaron las ilustraciones del mismo como modelo para hacer la cara. Ésta, sin duda la pieza que más personalidad da a la figura, se ajusta en cuanto a los rasgos a la descripción del autor. La actitud es, como la del personaje, tranquila, pero al mismo tiempo intenta captar el estado de alerta que obligaba a los habitantes de la Villa y Corte a recelar de las sombras, sobre todo por la noche, y llevar siempre a punto la espada y la vizcaína.

En cuanto al trabajo de modelado, destacan, además de la cara por sus marcados rasgos, el tratamiento de las telas, con numerosas arrugas, tanto en el pantalón como en las botas de cuero, para dar a estas prendas un aspecto desgastado.

El trabajo de pintura, cuidado también hasta el más mínimo detalle, aumenta estos efectos al tratar estas piezas con diferentes tonalidades y técnicas pictóricas, incluyendo alguna que otra mancha para dar más realismo a la miniatura. Siguiendo con la pintura, la luz elegida para esta pieza fue la que proyectaría el farol sobre el personaje en una calle poco iluminada, como sin duda debían ser aquellas por las que caminaba Diego Alatriste. Por eso, la zona que más luz recibe es el hombro izquierdo de la figura y, partiendo de este punto, el resto de las sombras se dibujan en los pliegues de la ropa, envolviendo a la miniatura en un ambiente de misterio y de aventura.

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