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Noticias y entrevistas

Noticias sobre Arturo Pérez-Reverte y su obra. Entrevistas.

“Un político ignorante se torna peligroso”

Egbert Lewis | PAdigital.com.pa - 18/7/2011

El nombre de Arturo Pérez-Reverte es harto conocido en el mundo entre periodistas y aficionados a la literatura. Recientemente su popularidad creció como espuma por el estreno de la telenovela La reina del sur, basada en el libro homónimo del autor nacido en Cartagena, España.

Del otro lado del teléfono y del Atlántico, nos atiende y se le escucha apasionado, pero reflexivo: "La clase política de España y de Europa en general, no está a la altura de las circunstancias". Crítico, pero esperanzado: "Mientras haya un bar en una equina, donde puedan reunirse a conversar y soñar, el español sobrevivirá". Molesto, pero con ganas de contribuir para mejorar nuestros tiempos: "No hay ninguna ideología que mueva a los oprimidos, a los pobres, a los parias de la Tierra. La revolución de ahora solo puede ser la de la desesperación, la del rencor, la del ajustar cuentas". Y, además, desdobla el entuerto que existe entre el poder y el narcotráfico: "Es hipocresía, por eso yo dudo mucho de la eficacia de esa lucha porque significaría tener que exterminar a sus propios socios, a sus aliados, a sus amigos de comidas y de negocios.

Así es don Arturo Pérez-Reverte, a quien presentamos hoy por partida doble. Primero, sometido a las preguntas de Día D y más adelante como nuestro nuevo columnista quien, de hoy en más, nos retratará la literatura, la política, la economía, la geopolítica, sus amigos, sus lecturas y las tendencias de la sociedad desde un prisma original con su columna "Escrito en España".

¿Cómo aprecia el panorama socio-político en España y Europa?

Es una sociedad que está sumida en una crisis . Desde mi punto de vista, la clase política y la evolución de los acontecimientos en Europa, y en el mundo económico, han mermado mucho la situación social. Pero también, la clase política de España y de Europa en general, no está a la altura de las circunstancias. A los políticos de ideología, con impulso, con ganas de transformar la sociedad que vivimos en el posfranquismo, la ha rebasado una casta política desvinculada de la realidad y que se han convertido en una especie de "funcionarios" de la política con muy poco contacto con la vida real, que no han trabajado nunca, que nunca han tenido un trabajo normal, que han entrado de jóvenes en el partido político y están divorciados de la realidad social, de la España real. Ese divorcio, entre casta política y la España real, es lo que ha provocado los problemas de los últimos años que se refleja en cultura, en sociedad, en todo.

Lo que usted nos relata se parece mucho a Panamá y muchos países del mundo.
¿Cuál es el denominador común que propicia este panorama?

Es un problema de cultura. Cuando un político profesional, no un político ideológico, sino uno que está en la política por espíritu de lucha, cuando es inculto se vuelve profesional, pero el mismo no ha tenido una trayectoria que le permita leer, conocer, conocer el mundo, la realidad, y no sabe de economía ni historia, es muy peligroso, porque la ignorancia es muy atrevida. Un político ignorante, como hemos tenido ministros de Cultura y de Educación con un nivel cultural muy bajo, se torna peligroso. Son técnicos, pero con base muy poco sólida. Mi miedo siempre es que la ignorancia unida al poder político, y la incultura unida a la incapacidad de legislar, produce efectos devastadores. En España prevalece mucho en los últimos tiempos, es una especie de populismo estúpido. Como las grandes líneas políticas son difíciles de trazar y ejecutar, los políticos han recurrido mucho a la demagogia política, a lo fácil: legislación para no fumar, prohibimos la grasa para los niños porque eso los hace engordar... y con todas esas cosas, que no son malas, pero son secundarias, están desplazando los problemas graves de sociedad. Estamos dedicando más esfuerzo a la estupidez demagógica fácil que a las verdaderas soluciones y a los verdaderos problemas. Se ha creado una España virtual, artificial, que nada tiene que ver con la España real.

Hay un "populismo del siglo XXI", pero adosado con intereses capitales y corporativos.

Yo creo que decir políticos de izquierda o derecha, -y me refiero más a Europa y España que es lo que más conozco-en donde el capitalismo ha triunfado de una forma descarada, en donde ya no hay política, sino banca, hay grandes movimientos bancarios que son los que realmente tiran la línea política en todo occidente, tanto la izquierda como la derecha, son variantes de un mismo territorio. Entonces, está claro que el poder se ha desplazado o manifestado claramente en el sistema capitalista occidental y que tan populistas son la derecha como la izquierda, porque el poder real es el capitalismo.

¿Los gobiernos se han convertido en empresas?

Sin duda. Y sus miembros en funcionariosy eso es lo terrible, porque ahora un funcionario se ha convertido en un personaje que no tiene alma, o sea que está al servicio del mecanismo del Estado, de la empresa en la cual funciona. Yo soy muy pesimista en ese sentido. Mi impresión es que el siglo XX fue el siglo de la esperanza, donde había revoluciones por hacer, había cambios por intentar, victorias por conseguir, luchas por librar, pero esa esperanza fue derrotada. La segunda mitad del siglo XX y el principio del siglo XXI, ha sido la derrota de las grandes ideas que podrían haber trazado un horizonte más digno para la sociedad. Hemos perdido la batalla, somos siervos de un sistema que nos controla y nos asfixia, por eso me temo que ahora cuando hablan de movimiento, revolución, de sublevaciones, el asunto es que ya no es posible hacer una sublevación ideológica. No hay ninguna ideología que mueva a los oprimidos, a los pobres, a los parias de la tierra. La revolución de ahora solo puede ser la de la desesperación, la del rencor, la del ajustar cuentas. De darse una será mucho más brutal, porque no aspira a cambiar la sociedad, sino que aspira a vengarse.

Antes nos dijo que "hay venenos de los que el español no se recobrará nunca".
¿Todavía piensa igual?

Sí. España es un país en el que por razones históricas, han influido tres factores: los reyes imbéciles, los ministros corruptos y los curas fanáticos. Son los tres elementos que han marcado la historia de España en los últimos seis siglos y esos elementos siguen estando. Los reyes ya no son imbéciles, pero siguen los curas fanáticos y los ministros son corruptos (cuando digo ministros, me refiero a políticos en general, la gente que tiene poder). España es un país muy desgraciado en ese sentido. Todo eso ha inoculado en el español un "cainismo", una desazón personal y política de la que no se recupera. La parte positiva es que el español es gente buena y el español termina salvando al español. Mientras haya un bar en una equina, donde puedan reunirse a conversar, a soñar, el español sobrevivirá.

¿Cuáles son las luchas que hay que enfrentar en este siglo?

Llevar una camiseta del Che Guevara ahora es absurdo, porque a él lo mataron y no habrá más.

¿Ahora tenemos que librar otras batallas?

Claro. Ya no son las mismas. Ya no hay una ideología que guíe a la gente, ya no hay un "Che" en las camisetas; ahora es que hay mucha injusticia que se está ejerciendo. Demasiada arrogancia, demasiada prepotencia, demasiada chulería por parte de los poderosos, y pocos mecanismos de consuelo por parte de los débiles y oprimidos. Por eso digo que las revoluciones que vienen ya no van a ser para una sociedad más justa, sino para ajustar las cuentas, como revancha.

La guerra contra la pobreza o el narcotráfico ¿es real o ficticia?

Existe. Lo que pasa es que mal puede combatir quien está infiltrado. Entonces resulta que una parte de quienes más alto gritan, ellos mismos son los que han hecho posible esto. Como el caso de México, durante 20 o 30 años han estado los políticos -yo lo he visto, no me lo han contado-, han estado comiendo en la misma mesa que los narcos, han estado utilizando sus dineros para las campañas, amparando cuando no, beneficiándose de este comercio. Entonces ahora cuando la cosa estalla, se ponen estupendos y lindos, diciendo que "hay que acabar con esto, que no se hable de esto, la sociedad debe defenderse"... cuando es la misma clase política la que ha hecho posible que eso llegase a ese extremo, porque ha dejado a la gente entre la miseria y el narco. Como me decía un narco en Sinaloa cuando yo estaba trabajando en México en "La reina del sur", decía que la alternativa era estar cultivando maíz y morirme de hambre o vivir 50 como un esclavo o cinco años como un rey. Entonces prefiero vivir cinco años como rey que 50 años como esclavo y que después me maten o vaya a la cárcel. A ese hombre lo han obligado los políticos a tener que elegir el narco como medio de vida para no ser un esclavo con el maíz durante toda su vida. Entonces tenemos que quienes han hecho eso son los que ahora se indignan y dicen que hay que acabar con eso. Es hipocresía, por eso, yo dudo de la eficacia de esa lucha porque significaría tener que exterminar a sus propios socios, a sus aliados, a sus amigos de comidas y de negocios.

¿La televisión, el cine y la literatura lucran del narcotráfico?

Hay imbéciles que dicen que "La reina del sur" es a favor del narco. No es así, el narco está allí y La reina del sur lo que está haciendo es contando cómo ocurren las cosas. Es un libro que lo que está haciendo es contar la historia de una mujer a la que la vida la está llevando a eso justamente. Entonces estamos contando, a través de la literatura, el periodismo, en fin, mostrando un lado de la realidad que están ocultando los poderosos, pero que ya estaba allí. Dicen que Pérez-Reverte, Elmer Mendoza o fulano de tal están alabando el narco, no es así, es que estamos contando la historia que ustedes, ¡hijos de la gran puta!, fueron incapaces de impedir, que ustedes fomentaron durante mucho tiempo. Estamos contando las consecuencias, hablando de la gente que está metida en ese mecanismo por culpa de ustedes.

¿La reina del sur es una víctima del sistema?

Claro, es una mujer que es la novia de un narco; una pobre mujer a la que le matan a la familia y tiene que huir. Y en esa fuga, para sobrevivir le van pasado cosas, pero ella lo que quiere es vivir y sobrevivir. Por eso, a la historia de Teresa Mendoza, la reina del sur, le tengo mucho cariño porque es un poco la historia de México, la historia de América, la historia de la pobre gente a la que han obligado, forzado, por miseria, por miedo, por dejadez, por corrupción, por mil razones, a tomar caminos que en una vida normal nunca habrían tomado. Esto no significa decir que el narco sea bueno. Son unos canallas y lo que están haciendo es peor todavía, pero yo estoy hablando del origen de todo el problema.

Han habido alzamientos en el mundo árabe.
Muchos las atribuyen a las redes sociales. ¿Son cambios reales es la profundización de viejos males?

Son cambios reales. El mundo ya no va ser igual, eso está claro. Las redes sociales han cambiado la historia de toda la humanidad. Si en el siglo pasado fueron la radio y la televisión, en este siglo son, sin dudas, las redes sociales por aquello de la inmediatez. Ya no hay hechos aislados, ya ningún hombre es una isla, ya no hay separaciones, ahora el mundo puede arder por una chispa en un momento por Internet, cosa que se ha demostrado. Creo que va tan rápido que los Gobiernos han quedado retrasados en esta carrera. Creo que ni siquiera la gente que maneja las redes es capaz de controlar, hay un descontrol, que es a la vez bueno y malo, terrible y maravilloso a la misma vez. Por eso no sabes a dónde vamos a ir parar. Ya no van a poder mentir igual los malos.

¿Diría que la democracia goza de mejor salud que antes?

En el sentido de que ahora es más difícil callar a las masas, sí. Lo que pasa es que ahora es más fácil infiltrarla y manipularla. Creo que la democracia es igual. Para ahora que los malos tienen más miedo, tienen más cuidado y el que no tiene más cuidado es porque es estúpido.