Uso de cookies. Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia. Si continúas navegando, aceptas su uso. Nota legal sobre cookies.

Cerrar


Noticias y entrevistas

Noticias sobre Arturo Pérez-Reverte y su obra. Entrevistas.

Arturo Pérez-Reverte en El Hormiguero, sin piedad y sin perdón

elmundo.es - 08/10/2021

Hay pocas personalidades públicas que puedan ostentar la medalla de generador de polémicas. Arturo Pérez-Reverte es una de ellas. Diga lo que diga, opine lo que opine, incluso, haga lo que haga atrae, como si de un aguajero negro se tratara, a hordas y hordas que le atacan sin piedad o le defienden a capa y espada. Que anoche aceptara acudir a El Hormiguero -es contrario a los platós de televisión y mucho más a los directos- y concediera una entrevista fue un hecho excepcional que podía haber salido bien o podía haber salido mal. Con Arturo Pérez-Reverte no hay escala de grises, o negro o blanco. Sin embargo, Arturo Pérez-Reverte regaló a Pablo Motos y regaló a El Hormiguero una de las mejores entrevistas que se han vivido en el programa. Da igual si estás de acuerdo en lo que dice, da igual si te genera animadversión o rechazo, escuchar el libre pensamiento de alguien, te guste más o te guste menos, es un privilegio que en los tiempos que hoy corren casi se podría decir que es un milagro.

La entrevista a Arturo Pérez-Reverte podría haberse convertido en un mano a mano entre Pablo Motos y el escritor en la que al final se hubiera perdido. Pero Pablo Motos se adaptó al personaje. Dejó que hablara, que se explayara, que se soltara, permitiendo que el protagonista fuera únicamente Arturo Pérez-Reverte. No hacía falta nada más que eso, la pregunta y la respuesta, pero la respuesta como a Arturo Pérez-Reverte le diera la real gana responderla. Ni siquiera las hormigas se atrevieron a interrumpir ni medio segundo de entrevista. Es que ni asomaron las antenas. Ni siquiera Pablo Motos osó replicar o interrumpir al académico y escritor. Sí, tal vez fuera porque es Arturo Pérez-Reverte, aunque la verdadera razón es porque merecía la pena escucharle, insisto, estés o no estés de acuerdo con él.

El "pa' qué" de Arturo Pérez Reverte en El Hormiguero


Hubo una frase de Arturo Pérez-Reverte -en realidad, hubo muchas- que viene ni al pelo para entender porque la entrevista de anoche fue de las mejores entrevistas que se han vivido en El Hormiguero: "Al enemigo no se le concede ninguna virtud y al amigo ni un defecto. Esto es muy peligroso". ¿Jugamos? ¿Somos capaces de reconocer las virtudes del que consideramos nuestro enemigo? Probemos. Igual tiene razón Arturo Pérez-Reverte y somos incapaces.

Arturo Pérez-Reverte es el claro ejemplo de esto. Si le aborreces, nunca vas a poder aceptar que merece la pena escucharle, que es uno de los poco intelectuales, de los de verdad, que quedan en España. Que sí, que te sacará de tus casillas, que le verás como un machista, como un retrógrado, como un fascista... Los adjetivos a los que se enfrenta cada vez que abre la boca. Pues anoche la abrió mucho -como mucho-, así que imagina. Y es que Arturo Pérez-Reverte cuenta con una ventaja que él mismo reconoce le da la posición que ostenta. "El pa' que es el privilegio que me ha dado la vida". Y es ese pa' qué el que le permite no tener que rendir pleitesía a nadie, más que a su mirada y a lo que él cree: "Puedo estar equivocado, pero lo que no puedo hacer es para caer bien violentar mi mirada".

De hecho, durante la entrevista de anoche en El Hormiguero, dejó frases para la historia, pero hubo una que repitió más que ninguna otra: "Esta es mi opinión, esta es mi mirada, esto es lo que yo pienso". No quiere adoctrinar, quiere simplemente poder mostrar su mirada sin sentirse cohibido. ¿La libertad? Sí. Y que dice lo que para muchos son burradas, no te quepa la menor duda, pero son sus burradas, las que él considera, las que él cree. Juega en otra liga, en la liga de quien no tiene ni que dar explicaciones -aunque a veces se caliente y llame gilipollas al que le toca las pelotas-. "Me callo muchas cosas. Cuando tienes 70 años, has escrito novelas, has sido reportero, no eres tan vulnerable como si eres joven. Y consciente de ello me permito cosas. Mi lector coreano, croata... Me lee y me hace libre". El pa' qué.

Porque Arturo Pérez-Reverte fue a El Hormiguero a hablar de su nueva novel, El italiano, y habló largo y tendido, desde luego, pero cada pregunta de su nuevo libro iba acompañada de una cátedra. Ya el inicio de la entrevista prometía cuando Pablo Motos le pidió que explicara "el asunto de las perchas" de la Real Academia de la Lengua. Antes de la entrevista de anoche, Arturo Pérez-Reverte invitó a Pablo Motos a la RAE. Pablo Motos se presentó sin la norma de vestimenta adecuada, a lo que Arturo Pérez-Reverte le tuvo que prestar una suya, y con una mochila de deporte que el presentador decidió colgar en una de las perchas que hay en la RAE. Fue entonces cuando el escritor se lo prohibió terminantemente. "En la Academia los percheros están por orden de antigüedad, cuando alguien muere se va moviendo el siguiente hasta que llegas al final, como el final de la vida. Es algo simbólico, como un santuario de los que se han ido y van llegando", explicó. "¿No te agobia la muerte?", le preguntó entonces Pablo Motos. "No, porque lo asumo como parte, pero no pasa nada, hace millones de años que los seres humanos mueren"

Arturo Pérez-Reverte y el francotirador paciente


"La Academia es una institución independiente, el Estado coopera con ella y la subvenciona como a otras, pero si no fuera así existiría igual. Cuando Franco gana la guerra ordena que todas las academias quiten a sus miembros republicanos y pongan franquistas. Menos la RAE que dijo que no porque era independiente, y entonces Franco le quitó todo. Rajoy, por ejemplo, la dejó asfixiada y no pisó nunca la Academia, no le interesaba nada. Ni le quitó ni le dio, pasó olímpicamente de ella". Ya que se habla de la Academia, pues que a nadie se le olvide. Porque, como él mismo, explicó, la mejor táctica es la del "francotirador paciente". Si tienes un enemigo al que quieres abatir y sabes que en algún momento le vas a abatir, Arturo Pérez-Reverte es partidario de esperar, de mantenerse dormido esperando el mejor momento para disparar. "al final todos pasan por delante de la escopeta, lo mejor es esperar , colocar la escopeta en la ventana y al final todos, todos, terminan pasando", y entonces es el momento de disparar. Pero, ¿qué pasa cuando es tu enemigo el que te dispara primero?

"Cuando uno tiene cierta edad los enemigos tienen muchas ventajas. Cuando eres joven un enemigo te puede aplastar, pero cuando tienes una trayectoria ya el enemigo es otra cosa. Es educativo porque te hace estar muy atento (...) Los enemigos son como el mar. Los buenos enemigos, no los mierdecillas, te hacen que te cuides más, como un marino que siempre está alerta. Hacen que estés atento". Arturo Pérez- Reverte no habló de sus enemigos, ni siquiera dijo si son muchos o pocos, aunque es más que obvio que debe tener una larga cola esperando para disparar. Pero él es el francotirador paciente o quiere serlo. No siempre sigue su táctica, anoche no la siguió, anoche repartió a diestro y siniestro, pero no un repartir con rabia ni espasmos, un repartir al estilo del sabio. Decía Platón que el sabio habla porque tiene algo decir y que los tontos hablan porque tienen que decir algo.

"Los viejos, yo soy viejo, no son contemporáneos. Sí un viejo es contemporáneo hace el payaso. El viejo no puede adaptarse a un mundo que ya no es el suyo, pero tiene una ventaja, la experiencia, una mirada. Antes al viejo le ponían en el centro y le preguntaban, '¿cómo lo hiciste?', y el joven aprendía del viejo, pero ahora apartamos a los viejos y estamos privando a los jóvenes de la experiencia del viejo, de la mirada. No puedes pedirme que me ponga a bailar claqué,. pero puedes pedirme lo que yo puedo dar. Pero tendemos a apartar. Los viejos son útiles no porque se modernicen o hagan el payaso sino por su mirada".

Tal vez parezca que durante la entrevista Arturo Pérez-Reverte perdía el hilo y se iba por los Cerros de Úbeda, pero más bien era que Arturo Pérez-Reverte hiló muy fino, demasiado fino, sólo para que pudiera seguirle. Era la mirada, era el enemigo y también fueron las nuevas religiones, también fueron las redes sociales, el "humanitarismo", la "represión". "En las redes sociales tengo la sensación de que nos dicen que usar la mente es malo", le preguntó Pablo Motos, obsesionado siempre con las redes sociales y con la esclavitud que para él suponen. 

La respuesta de Arturo Pérez-Reverte fue probablemente una de las mejores descripciones que se han hecho de lo que son las redes sociales y de lo que están creando: "El problema es mucho más grave que eso. Ahora, muertos los dioses, la religión y el cristianismo, tenemos una nueva religión, hemos cambiado el humanismo por el humanitarismo, somos filántropos, queremos que el mundo sea un mundo lleno de pajaritos, flores y nubecitas azules, es nuestra nueva religión. Como toda religión tiene apóstoles e inquisidores, las redes son donde los inquisidores acechan y dictan normas, si no acatas, eres un hereje y debes ser exterminado y aniquilado, especialmente en España. El único recurso para eso es la cultura y la educación, pero la represión que ya estamos viviendo en la educación está cambiando el panorama de todo".

Pero como el final de su respuesta porque es una realidad latente a la que no mirar: "(...) el único recurso para ello es la cultura para saber que un tuit no es el evangelio. Eso se consigue en casa con la educación y en el colegio. Pero como nos están privando de esas cosas... Al niño que levanta la mano, que protesta, que se queja se le cuestiona. Está dejando a gente inocentemente analfabetas".

El analfabetismo, la lacra que marca y remarca un filósofo llamado Arturo Pérez-Reverte: "Si ahora tenemos que ser filántropos da igual que seamos analfabetos pero importaremos nuestra filantropía. Si un hombre le pega en Afganistán a su mujer lo hace por razones históricas y nosotros creemos que podemos convencer al afgano de que no pegue a su mujer diciéndole que es un machista. ¿Por qué el rechazo a Occidente?... porque exportar esa filantropía es imposible, me di cuenta en la Guerra del Golfo. Hemos creado una religión hecha de virtudes que creemos exportable. No vamos a conseguir que los árabes sean demócratas, si ellos no lo quieren cambiar desde dentro no lo vamos a cambiar desde fuera".

Arturo Pérez-Reverte y Sánchez: "Es malo, es chulo, es arrogante"


¿Pero qué ocurre cuando el filósofo deja de ser filósofo y se convierte en el francotirador paciente? Muy sencillo, con Arturo Pérez-Reverte no se salva nadie, ni perdón ni piedad, a saco. Primero, el lenguaje inclusivo y por ende la ministra Irene Montero. Arturo Pérez-Reverte se ha enfrentado al lenguaje inclusivo con todo el armamento del que ha dispuesto. Ni feministas, ni ministras, ni hostias. Como buen generador de polémicas, su opinión sobre el lenguaje inclusivo nunca ha dejado indiferente a nadie. Sin embargo, anoche en El Hormiguero, su explicación no fue un ataque a quien lo defiende -a excepción de ministras- sino el motivo de por qué ahora mismo no puede estar de acuerdo con la implantación de ese lenguaje.

"El lenguaje se basa en muchas pautas machistas y debe cambiar, de hecho cambia, pero no puede violentar, que se cambie en cuatro días vía decreto. Yo trabajo con el lenguaje y necesito que la lengua sea limpia, práctica (...) La palabra 'putad'a es una palabra que el colectivo dice que es denigrante y que quieren quitar del diccionario. No podemos porque la han utilizado Cela y otros grandes autores, y si alguien no sabe lo que significa tiene que tener un sitio donde encontrar su definición. Eso es lo que hace la Academia. Por eso ninguna feminista seria cae en esas cosas. Caen los analfabetos". Un disparo.

"¿Qué te parece el casting de políticos que tenemos ahora?", una vez entrado al barro que el ritmo no pare. Sorprende la respuesta de Arturo Pérez-Reverte. Sorprende porque al que menos te podías imaginar es al que mejor deja. ¿De Sánchez? Un "killer". ¿Quién? ¿Sánchez o Pérez-Reverte? Los dos. "Qué quieres que te diga. A Sánchez lo definí hace tres años. Dije que es valiente y que no tiene escrúpulos. Es un pistolero que a los que no ha matado los matará. Hasta al Rey. Ha matado a todos, y al Rey no porque lo necesita. Para una novela es un personaje interesantísimo. Es arrogante, es malo, es chulo... Si se fuera a casar con mi hija no me haría tanta gracia, pero para una novela es magnífico". Poco se puede añadir. Aquello de las virtudes del enemigo, aquello del francotirador paciente.

¿Y Casado? "Si hay que votar por Casado nadie va a votar por Casado. Pero cuando Sánchez meta la pata todos votarán contra Sánchez y ahí estará casado. El francotirador paciente". ¿Suave? Tal vez no tanto.

¿Pablo Iglesias? Y aquí viene la sorpresa. "Pablo Iglesias, no me gusta, pero es un tipo culto, que ha leído, que tiene una altura intelectual, era un tipo que merecía la pena. En la izquierda de esos no hay y en la derecha ni te cuento". ¿Ahora cómo te quedas?

¿Sorprendió Arturo Pérez-Reverte en El Hormiguero? Como Arturo Pérez-Reverte, no. Como francotirador, tampoco. Hoy le caerán hostias como panes y halagos como soles, más de los primeros que de los segundos, pero nadie podrá negar que diga lo que diga y te parezca lo que te parezca sus argumentos son dignos de escuchar, él es digno de escucharle. Tal vez ese sea su rifle.